La inteligencia artificial llego para quedarse, cada vez más las maquinas suplirán trabajos operativos con incluso un menor margen de error. Esto, nos obliga a vivir una transición en el mercado laboral, debemos asumir una postura de aprendizaje permanente y asumir como nuestra responsabilidad el proceso de “upskilling” o “reskilling” para así formarnos en competencias más sofisticadas, entre ellas claramente están las llamadas “habilidades blandas”.
Como bien quienes estamos inmersos en procesos de atracción, formación y retención de talento humano hemos evidenciado, la demanda de habilidades tecnológicas ha venido creciendo a tal punto en donde la oferta de personal con competencias especificas se queda corta. La pandemia ha abierto las fronteras y la competencia por estos perfiles es cada vez más reñida.
En paralelo, lo que también hemos evidenciado, es que lo que hace un “acierto” o un “desacierto” en una contratación, por muy técnica que sea, es el desarrollo de las habilidades blandas y el acople de ellas a la cultura organizacional. Las tecnologías avanzadas requieren personas que entiendan como funcionan y puedan innovarlas de manera incremental o incluso disruptiva, pero sin un liderazgo acertado, sin unas competencias de trabajo en equipo, sin la capacidad de desarrollar a otros, sin habilidades de comunicación asertiva y sin el sin numero de habilidades blandas que demanda el mercado laboral; terminamos teniendo contribuidores individuales o personas que trabajan por una misión y no por una convicción. Y esto, va en línea con la llamada “gig economy” entiéndase como contratistas o trabajadores autónomos, pero para no desviarnos, de esto hablaremos en un siguiente artículo.
Queda claro, que para el mercado laboral debemos tener un desarrollo adecuado de habilidades digitales básicas, claro, que para cargos específicos se requieren competencias digitales avanzadas, pero al final del día lo que a todos nos va a unir a la hora de trabajar en una organización es nuestra capacidad de empatizar, de comunicarnos asertivamente, de trabajar en equipo, de adaptarnos.
En nuestra perspectiva, a la hora de hacer un proceso de selección lo importante es equilibrar el corto con el mediano plazo (el largo plazo es demasiado incierto para incluirlo acá).
Que el “tener el agua al cuello” no nos lleve a tomar decisiones que luego afecten nuestra cultura y nuestros equipos de trabajo, pero que en la búsqueda de la perfección no suframos de parálisis por análisis o en este caso parálisis por perfeccionismo. Es por eso que en ECS, nuestro modelo esta basado en la transparencia, precisamente porque reconocemos que nadie es ni va a ser perfecto, lo importante es saber con que nos casamos, que tenemos que desarrollar o que tenemos que suplir vía equipo. Somos seres de manada, estamos hechos para sobrevivir juntos, por eso y mucho más es que estas llamadas habilidades blandas son y serán un eje critico para el éxito de las organizaciones.
Para conocer más sobre “upskilling” o “reskilling” te dejamos este post de LinkedIn.
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